sábado, 12 de septiembre de 2015


Rol de la iglesia en la danza medieval

En sus orígenes la Iglesia se vio reducida a las catacumbas, y el arte que se dará en ellas estará lleno de elementos adaptados a lo cristiano. Pasa lo mismo con la danza, por lo que los padres de la Iglesia eran reaccionarios a ella.
 
Pero en el siglo IV , con el reconocimiento del cristianismo, la Iglesia cambio de actitud. Aparecen las primeras iglesias cristianas y se permitirá bailar dentro y fuera de ellas. Se aceptará la danza como una de las formas de expresión del creyente.

La Iglesia es consciente de dos hechos: de un lado la imposibilidad de eliminar la supervivencia de la tradición y las costumbres paganas; de otro, el gran poder de estimular, persuadir y suscitar emociones colectivas de la danza en beneficio propio. Decide utilizar la música y la danza.
Poco a poco, la danza en la Iglesia fue degenerando. Los juglares y bailarines profesionales sustituyeron a los fieles en los cánticos bailables y en las escenas de mimo del Nuevo Testamento.  Pronto la Iglesia empezó a tomar medidas encaminadas a prohibir la danza.
Pese a la severidad de las prohibiciones eclesiásticas, la realidad fue que, en la práctica, distaron mucho de imponerse de forma total y absoluta. Así, pese a la expresa prohibición del obispo Odón, persistió en París la costumbre de comprar el jamón de Pascua y comerlo dentro de Notre Dame.

Aún teniendo en cuenta algunas excepciones, la oposición de la Iglesia hacia la belleza y las artes en general y hacia el drama y la danza en particular por ver en ellos una estrecha vinculación con las culturas paganas, con su consiguiente riesgo de idolatría, hace que se pierda el papel sagrado de la danza y del teatro. A partir de la Edad Media, la finalidad de ambos será el espectáculo y puro divertimento, única forma que conoce actual mente el mundo occidental.








                                                                                                              Laura Callejas
                                              

martes, 1 de septiembre de 2015

Tarantela

Tarantela

La tarantela es un baile del sur de Italia, de las regiones Puglia, Basilicata, Calabria, Abruzzo, Molise, Campania, Sicilia y parte de Argentina. Es de origen napolitano que tiene movimientos muy vivos, acompañado del canto. Lo más probable es que su nombre sea de la ciudad de Tarento en Apulia, aunque se suele decir que viene de la tarántula, una araña común en la región mediterránea. Durante la Edad media, en algunas partes del sur de Italia se creía que bailar el solo de la tarantella imitando el acto de espantar a la misma curaba un tipo de locura supuestamente producida por la picadura de la araña europea, llamada araña lobo o tarántula, también se cree que se simula la técnica de apareamiento de la tarántula. En su forma moderna más común, es una danza de galanteo entre parejas con una música en un compás de seis por ocho que va aumentando progresivamente su velocidad y que va acompañada de castañuelas y panderetas.


                                                                                                                                  Laura Callejas.